Esta historia empieza en la ciudad de Huaraz, luego de unirme a un grupo de fotógrafos, todos amantes de la aventura y pasión por fotografiar. La ciudad de Huaraz me recibió con ese frío rico que se siente solo en las mañanas serranas.
Nuestro día sería full fotografías desde temprano y luego de recargar energías con un buen desayuno, enrumbamos al sureste de la ciudad, nuestro primer lugar seria la laguna de Querococha a 3850 msnm.
Esta laguna me impresionó desde que llegué, estar rodeado de montañas, el agua totalmente transparente y verdosa, como fotógrafo de paisajes estar aquí era como para un niño es estar en un parque de diversiones.
Mi propósito fundamental en este viaje era poder capturar con mi cámara la Vía láctea, poder capturar millones de estrellas pero lo que estaba a punto de vivir nunca lo hubiera imaginado.
Llegamos a Hatun Cocha, en el distrito de Recuay, un bosque de piedra impresionante, por su expansión y formas de las rocas, pero el frío aumentaba y tras alistarme con todo el abrigo que había llevado empezamos a caminar para encontrar el mejor lugar posible, y luego de un impresionante sunset, llegó la noche.
Luego de unas recomendaciones y consejos en Astrofotografía como las del experto
Jheison Huerta, era momento de alejarme del grupo y tratar de conseguir esa imagen por la que vine.
Tengo que admitir que no es nada sencillo, ya que la oscuridad de la noche es intensa y poder componer o encuadrar es complicado y además el frío intenso complica aún más.
Después de varios intentos me sentí satisfecho por las tomas que tenía, decidí regresar con el grupo, pero al volver me di cuenta que muchos habían regresado al bus por el intenso frío, las mochilas empezaban a ponerse super humedad, la escarcha se veía ya por todos lados.
Decidí tomar un descanso y tan solo contemplar dentro de la oscuridad que me rodeaba, contemplar, el encanto del silencio, las siluetas de la rocas que nos rodeaban, contemplar la Libertad del frío que estaba en todos lados esa noche, ahora sentado y tratando de calentar mis manos entre sí, vi el cielo y tengo que admitir que nunca antes había visto un cielo con tantas estrellas y además la vía láctea se veía a simple vista.
Para mi este fue el mejor momento de este viaje, quizá no logre esa noche capturar la imagen que buscaba pero en mi mente quedó grabado el mejor cielo de toda mi vida.
Al día siguiente nos dirigimos a visitar una de las lagunas más hermosas del país como son las lagunas de Orconcocha y Chinancocha en la quebrada Llanganuco.
Luego nos dirigimos en buscar del mejor lugar para fotografiar el sunset, pero antes teníamos que pasar por uno de los caminos más peligrosos del mundo, como es el paso Portachuelos.
Pero todo riezgo tuvo su recompensa, la vista es simplemente espectacular, estar rodeados de nevados como el Huascarán, ChacraRaja y Huandoy fue espectacular.
Este viaje fue una experiencia inolvidable, los paisajes, el clima estuvieron perfectos y además conocer personas que podrían fotografiar todo el día, personas como yo con la misma pasión.
Gracias a mi amigo Jheison Huerta por compartir sus conocimientos con nosotros y sobre todo por compartir lugares que quizá sin su ayuda no llegaríamos.
Peter Rosales Photography.